
DOÑA REALIDAD
17 Oct 2025
“Me voy a encargar de recuperar, de reconstruir Poza Rica y Álamo; si algo sé hacer es construir”.
Así, con la seguridad de quién confunde soberbia con liderazgo, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, soltó otra “joya” prosística, tras realizar un recorrido por las zonas devastadas de El Higo y Pánuco, en la zona huasteca.
Sus palabras, pronunciadas con ese “tonito” que destila arrogancia y autosuficiencia, fueron la muestra más clara de su desconexión con la realidad.
Porque una cosa es construir refinerías con presupuestos inacabables, y otra muy distinta es reconstruir vidas, hogares y comunidades que hoy claman auxilio entre el lodo y la desesperanza.
La señora Nahle, acostumbrada a los megaproyectos sin control, parece creer que todo se resuelve con discursos que a primera vista parecen beneficiosos, pero en realidad son engañifas dirigidas a personas ingenuas o poco avispadas.
Habla de “reconstruir” como si bastara una orden o una foto frente a los escombros para que la maquinaria de gobierno funcione.
Pero la realidad –esa que no se puede tapar con un casco o una gorra beisbolera ni con propaganda—es que Poza Rica, Álamo y Papantla siguen abandonados, con miles de damnificados que no tienen agua, electricidad ni alimentos suficientes. Ni siquiera un apapacho sincero.
Doña Nahle habla de construir, pero Veracruz necesita algo más que cemento; necesita sensibilidad, empatía y capacidad.
Los auténticos veracruzanos no quieren más “Dos Bocas” donde se dilapidan recursos sin resultados efectivos.
Quieren seguridad, hospitales que funcionen, medicamentos, carreteras, caminos transitables, escuelas seguras y gobernantes que no confundan soberbia con autoridad.
Porque, al final, “Doña Realidad” toca la puerta y ni los discursos ni las obras faraónicas alcanzan para esconder la incompetencia.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha hecho de la frase “gobernar con humildad” un principio central de su administración, reiterando en múltiples ocasiones que el poder debe ejercerse con sencillez y cercanía al pueblo.
Pero Campeche y Veracruz, sobresalen por “tener otros datos”.
Si la señora Nahle sabe construir, que construya una imagen de funcionaria sensitiva, sobria, empática e insobornable.
LA BONDAD DE
MORALES LECHUGA
Mientras tanto, figuras como Ignacio Morales Lechuga, ex Procurador General de la República y ex Embajador de México en Francia, entre otras responsabilidades y originario de Poza Rica, dan lecciones de humildad y compromiso.
Sin reflectores, sin comunicados de prensa ni giras mediáticas, Morales Lechuga y su esposa, Jacqueline Broc, envían ayuda directa a su tierra natal.
Una acción silenciosa, pero poderosa: la de quien entiende que el servicio público no es protagonismo, menos arrogancia, sino una gran responsabilidad.




