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No tienen madre, tía y abuela, los presidentes municipales que se están poniendo de acuerdo con los líderes de los sindicatos de los Ayuntamientos.

No tienen madre, tía y abuela, los presidentes municipales que se están poniendo de acuerdo con los líderes de los sindicatos de los Ayuntamientos para dejar basificados, es decir, con trabajo seguro, a sus familiares, novios, novias, amantes, mayates y operadores políticos. Lo que acaba de suceder en el Puerto de Veracruz, donde el Cabildo, de Patricia Lobeira, aprobó 51 nuevas plazas sindicales para sus colaboradores de confianza, no es ninguna novedad. Dicha práctica tiene años que se hace en casi todos los gobiernos municipales que van de salida. ¿Qué es lo que se provoca cada vez que una autoridad municipal deja de base sindical a su gente?, simple, la nómina municipal se infla, por lo tanto, al gobierno entrante se le hace complicado hacer obra pública para beneficiar al pueblo, pues el presupuesto se va en el pago de la nómina. Ese es el pinché problema de fondo. El dinero se queda en los bolsillos de los familiares, novios, novias, amantes, mayates y operadores políticos de los ediles que se fueron. Aquí en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos tenemos ejemplos de cómo la nómina municipal de 1989, Carlos Brito, al 2017, Joaquín Caballero, se infló en un 2000%. Cuando Juan Osorio fue alcalde en 1989, el personal sindicalizado no llegaba a las 200 personas. Cuando termina el gobierno municipal de Joaquín Caballero en el 2017, la nómina municipal ya era de 2 mil sindicalizados. En los últimos 35 años que el PRI gobernó a Coatzacoalcos, la nómina municipal se incrementó en 1800 sindicalizados de base. Una barbaridad que espanta.

Lo que acaba de suceder en el Puerto de Veracruz, donde el Cabildo que encabeza la señora Patricia Lobeira, aprobó 51 nuevas plazas sindicales para sus colaboradores de confianza, no es ninguna novedad, pues dicha sucia y ruin practica tiene años que se hace en casi todos los gobiernos municipales que van de retirada. Si el beneficio sindical fuera para los trabajadores sindicalizados que tienen años esperando una plaza, no existiría ningún problema, al contrario, se les aplaudiría a los alcaldes por tan noble gesto en favor de clase trabajadora. El principal problema radica, en que los alcaldes que ya se van, en complicidad con los regidores, se ponen de acuerdo para dejar sindicalizados a sus familiares, novios, novias, amantes, mayates, guaruras, choferes y operadores políticos. Los presidentes municipales, cuando saben que ya se van, siempre se ponen de acuerdo con sus síndicos, regidores y líderes sindicales, para hacer dicha maniobra, donde al final todos ganan. Si un presidente municipal deja como sindicalizados a 50 de sus “brazos derechos”, el mismo beneficio recibe el dirigente del sindicato de los empleados municipales, es decir, el alcalde y el líder sindical, van a la mitad en todos y cada uno de los beneficios que pactan. ¿Qué es lo que se provoca cada vez que una autoridad municipal deja de base sindical a su gente?, simple, la nómina municipal se infla, y mucho, por lo tanto, al gobierno entrante se le hace complicado hacer obra pública para beneficio del pueblo, pues el presupuesto se va en el pago de la nómina. Ese es el pinché problema de fondo, pues el dinero no llega en obras para los ciudadanos, el dinero se queda en los bolsillos de los familiares, novios, novias, amantes, mayates y operadores políticos. Aquí en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos tenemos un montón de ejemplos de cómo la nómina municipal de 1989 al 2017 se infló en un 2000%. Cuando don Juan Osorio López era alcalde, el personal sindicalizado no llegaba a las 200 personas. Cuando termina el gobierno municipal de Joaquín Caballero en el 2017, la nómina municipal ya era casi 2 mil sindicalizados, estamos hablando que en los últimos 35 años que el PRI gobernó a Coatzacoalcos, la nómina municipal se incrementó en 1800 sindicalizados de base, donde en la repartición la mitad fue para los alcaldes priistas y la otra mitad para los dirigentes que en su momento controlaron al Sindicato Único de los Empleados Municipales. Tanta ha sido el “hambre vieja” de los ediles, de todos los partidos político que han pasado por el Ayuntamiento de Coatzacoalcos, que dejaron sindicalizados a sus hijos, hijas y yernos. Pero sin duda, el “hambre vieja” más notoria se dio cuando una regidora del periodo 2005-2007, al terminal como edil, en su negociación final, pidió que la dejaran sindicalizada con un excelente sueldo, su nombre es doña Martha, y todavía trabaja en el edificio de la tesorería municipal. El dato duro: 1.-¿Los nuevos presidentes municipales que entraran en funciones el 1 de enero del 2026 pueden echar por tierra las basificaciones sindicales que se están haciendo los alcaldes y los dirigentes de los sindicatos?, ¡claro que sí!, y esto se hace en una junta de Cabildo, donde los nuevos ediles, con la ley en la mano, pueden echar abajo los acuerdos que los ex ediles pactaron en lo “oscurito”. El mega dato 1.Porque en este comentario no citamos los nombres de Víctor Manuel Carranza, ex alcalde porteño y Amado Cruz Malpica, actual alcalde?, porque ellos no dejaron a ningún recomendado como sindicalizado. Así de simple. Fin del comunicado. “No hay hilos, no hay alambres”. (Artículo escrito por Federico Lagunes Peña).

 

 

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