Fui al AIFA, volé y volví para contarlo
Salvador Camarena
Cuando le cuento a mis amigos que fui al AIFA, y que no sólo fui, sino que tomé un vuelo ahí, me ven como si –ahora sí– me hubiera vuelto loco.
Fui para ver con mis propios ojos qué es el AIFA, dónde está, si se puede volar desde ahí o si es una obra en ruinas, un bodegón sin chiste, como algunos sostienen.
Y sí, existe. Volé. Me fue bien. Y, en conclusión, volvería a volar desde ahí en próximos viajes.
Porque para empezar el AIFA está limpio, no como el muladar que es el Benito Juárez. Y llegar no fue una aventura azarosa, demasiado tardada o tortuosa.
Hace casi dos meses le pregunté a Luis Limón, secretario de Movilidad del Estado de México, que cuándo iba a terminar las vialidades hacia el AIFA. “Ya las terminé”, me respondió. “Haces 50 minutos desde aquí”. No le creí. “Pon tu Waze”. En efecto, según el navegador a esa hora se hacían exactamente 50 minutos desde el Parque Lincoln a la nueva terminal. Así que programé un Santa Lucía-Cancún ida y vuelta.
Estos son algunos de mis aprendizajes de mi viaje por el AIFA.
El chiste para llegar es Circuito Mexiquense. Ya sea desde el Periférico Norte (hasta la Bacardí, en Cuautitlán) y ahí tomar Circuito Mexiquense a la derecha. O por Insurgentes Norte: puedes irte ya sea por Siervo de la Nación (autopista nueva, elevada, de cuota) o por la México-Pachuca.
El AIFA es una ciudad con aeropuerto. El predio es enorme. Enoooorme. Si llegan por una vía distinta al Circuito Mexiquense les tomará 15 minutos o más atravesar todo el AIFA para arribar a llegadas o salidas. Abusados.
La página web del AIFA tiene información incompleta y en los correos no contestan. Ayudaría que la Sedena se pusiera las pilas y fueran eficientes a la hora de que se les hacen consultas, como precio del estacionamiento, etcétera.
El presidente López Obrador dijo ayer que este miércoles tendría una reunión con autoridades para ver qué más hacer a fin de mejorar la conectividad del AIFA. Pero la verdad que yo creo que Andrés Manuel ha sido el peor publicista del Felipe Ángeles:
Quien viaja a menudo sabe que 50 minutos, o incluso una hora, no es un tiempo fuera de rango si hablamos de lo que se puede uno tardar de una terminal aérea al centro urbano que ésta atiende. No lo es en Nueva York, Washington o en París.
Lo que sí se necesita para incentivar el uso del AIFA es que cuando haces tu plan el Felipe Ángeles te convenga económicamente.
Si vas a gastar tiempo en llegar, deberías tener más opciones para que el viaje sea realmente económico. Permitir Uber ayudaría (hoy los dejan llegar, pero no recoger pasaje). Además hay Mexibús a Tecamac funcionando.
Podrían bajar el precio del estacionamiento, para dejar varias noches el auto ahí. Hoy cuesta 230 pesos por día, menos de la mitad de lo que el AICM, pero si quieren aclientar el AIFA debería ser realmente económico.
Mi boleto costó mil 400 pesos menos que uno idéntico desde el Benito Juárez. ¿Pueden bajar más –así sea temporalmente– la TUA? Ojalá.
Finalmente, si AMLO no logra que su equipo recupere la categoría 1, el AIFA estará condenado a no despegar.
Y para los que se quedaron con ganas de saber más sobre el AIFA, sus baños, sus cafeterías, el trato de los militares con los pasajeros y mi aventura en el Felipe Ángeles, ojalá escuchen el pódcast de Así como suena que ayer liberamos.