
México recupera mapa histórico del siglo XVIII
¿Qué documento devolvió el FBI a México?
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) entregó a México una pieza cartográfica del siglo XVIII titulada “Villa de Santa Fe, Nuevo México”, que ahora se encuentra bajo resguardo del Archivo General de la Nación (AGN). La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) actuó como intermediaria en el proceso de restitución, consolidando la cooperación entre autoridades mexicanas y estadounidenses en materia de preservación del patrimonio documental.
El mapa, elaborado bajo la dirección de don Tomás Vélez, capitán general del Reino de Nuevo México, retrata con precisión los límites territoriales, ríos, cadenas montañosas y comunidades indígenas que habitaban la región durante el periodo virreinal. Originalmente, fue encargado para respaldar las gestiones de don José Antonio Naranjo, representante de la nación de los indios taos, con el fin de fortalecer la cooperación entre pueblos originarios y mestizos.
¿Cómo se logró su repatriación?
El proceso para recuperar esta obra comenzó en 2016, cuando personal de la Biblioteca de Historia Fray Angélico Chávez, del Museo de Historia de Nuevo México, localizó el mapa tras una verificación de autenticidad y procedencia. A partir de ese hallazgo, el FBI inició la colaboración con el Consulado de México en Albuquerque, lo que derivó en una ceremonia oficial de entrega el 23 de septiembre de 2025.
La Cancillería mexicana destacó que este logro forma parte de una estrategia permanente para recuperar bienes documentales que han salido del país por tráfico ilícito. Con esta restitución, México reafirma su compromiso de proteger los objetos que forman parte de su memoria histórica y cultural.
¿Qué representa este hallazgo para el país?
El Archivo General de la Nación integró el documento en su Colección Mapas, Planos e Ilustraciones (MAPILU), dentro del Fondo Civil, volumen 426, que resguarda piezas de los siglos XVI al XVIII. Esta colección no sólo refleja la geografía novohispana, sino también la cosmovisión de los pueblos originarios.
El mapa se distingue por su confección artesanal: fue realizado con tinta ferrogálica sobre papel y decorado a color, siguiendo las técnicas tradicionales de los escribanos del periodo virreinal.
Al recibir la pieza, el AGN enfatizó que el patrimonio documental de México “no se vende, se quiere y se protege”. La recuperación del mapa de la Villa de Santa Fe simboliza un avance tangible en la defensa del patrimonio histórico nacional, además de reforzar la cooperación binacional en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales.




