
La inteligencia callejera y las enormes ideas.
Se plantea que detrás de cada buena campaña de interrelaciones públicas está una “gran idea”, o sea, el término creativo que hace recordable un mensaje por tener el potencial de impactar e influir en las opiniones y reacciones de las audiencias a las que van dirigidas. Una gigantesca iniciativa rompe estándares y trasciende. Estudios actuales han demostrado que caminar aumenta la inspiración innovadora. Marily Opezzo y Daniel Schwartz, estudiosos de la Universidad de Stanford, en Palo Elevado, California, han realizado una indagación que inspeccionó los niveles de creatividad de los individuos a medida que caminaban y los compararon contra los de individuos que permanecieron sentadas.
La averiguación consistió en 3 experimentos basados en una prueba de creatividad del denominado ‘pensamiento divergente’ o “Pensamiento lateral”, que se basa en la averiguación de alternativas o maneras creativas y diferentes entre muchas resoluciones probables para la resolución de un problema. Se les brindaron series de 3 objetos y en un tiempo de 4 min tenían que descubrir un uso alternativo para cada objeto, aportando la más grande proporción de respuestas probables para cada grupo. La abrumadora mayor parte de los competidores en dichos experimentos concluyó siendo muchísimo más innovadora al caminar: la producción innovadora se aumentó en un promedio del 60% una vez que el individuo empezaba a estar en desplazamiento.
Empero una vez que los competidores salieron a caminar en la calle, el 100% ha sido capaz de producir al menos una contestación de alta calidad a los inconvenientes propuestos, duplicando el resultado de quienes persistían sentados. Quizá con base en aquel análisis, David Pearl, un innovador en los negocios diseñó la sociedad “Sabiduría Callejera” ( Street Wisdom ) que da apoyo a quien desee que tenga cuestiones sobre su propia vida y/o su trabajo y necesite de varias respuestas nuevas, en especial una vez que se afrontan desafíos laborales. Hablamos de una fácil iniciativa basada en la iniciativa de que la población y el medio ambiente permanecen llenos de una inteligencia que nos pasa inadvertida o ignoramos, empero que nos posibilita aprender bajo el término de que “las respuestas permanecen en cada una de piezas. ”Es una vivencia de 3 sesiones de una hora cada una. A lo largo de la primera, los facilitadores ayudan a los competidores a sintonizar sus sentidos para captar la información ambiental; en la segunda, se da la vivencia de calle, en donde cada quien, por sí solo, se expone sus cuestiones y espera las respuestas que se le presenten; en la tercera hora se reúnen todos los competidores para compartir su vivencia, a lo largo de lo que, la mayor parte de las veces nace el asombro frente a lo mágico que una calle común y corriente puede llegar a ser una vez que el individuo está consciente de los mensajes ocultos, los encuentros casuales y los descubrimientos indescifrables que halla. Lo anterior no supone que cada una de las labores en el trabajo se tienen que hacer a la vez que se camina, empero sí que una caminata favorece los resultados que necesitan una visión nueva o novedosas ideas. En otros términos, no todos los procesos de pensamiento son equivalentes y aunque el análisis mostró que caminar puede contribuir en una lluvia de ideas, el impacto no es el mismo en el raciocinio solicitado para respuestas elementales particulares.
En fin, bastantes personas buscan la fórmula para la creatividad, en situaciones que van a partir de canción de ambiente hasta la reflexión. Las agencias de interrelaciones públicas invierten tiempo en sesiones de lluvia de ideas en las que sus ejecutivos participan aportando recomendaciones, principalmente fundamentadas en vivencias previas, en las que, las bastante más de las veces, son rechazadas esas ideas que suenen bastante arriesgadas o atrevidas (las que serían superiores por disruptivas). Sin embargo los consumidores cada vez más, demandan innovación, creatividad, gigantes ideas que permitan “vender” su imagen y las de sus productos. Pienso que es una buena iniciativa tomar en cuenta la inteligencia callejera de Pearl, y que los ejecutivos de interacciones públicas abandonen la tranquilidad de sus oficinas para caminar por las calles o parques cercanos, en especial en donde puede haber audiencias potenciales para la campaña específica, para hallar en el medio ambiente –e incluso al sonido de la calle- las respuestas a aquellas ideas innovadoras que los consumidores esperan de ellos. Como explica Pearl: “Traer a la mente las cuestiones que necesitan respuestas innovadoras y frescas. Tenerlas presentes a medida que se camina sin rumbo, y aguardar a ver qué pasa. Es una forma de ocupar la época de la vida cotidiana para hallar respuestas y de tomar las calles para utilizarlas como instrumento para aprender algo nuevo”. Nota del editor: Mario Maraboto Moreno es Licenciado en Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Investigador Asociado en la Universidad de Carolina del Norte. Creador del libro ‘Periodismo y Negocios. Cómo vincular organizaciones con periodistas’. Consultor en Comunicación, Colaboraciones Públicas y situaciones especiales/crisis a partir de 1991. Escríbele a su correspondencia mmarabotom@gmail.com y síguelo en Twitter . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al creador. Consulta más datos acerca de este y otros temas en el canal Crítica.